El papel crepé como material sostenible
El papel crepé es un material derivado de la celulosa, generalmente fabricado a partir de fibras de origen renovable. Su proceso de fabricación incluye un tratamiento mecánico que lo hace elástico y con una textura rugosa, características ideales para proteger superficies frágiles, adaptarse a formas irregulares y amortiguar golpes. Sin embargo, su ventaja más significativa en el contexto actual es su contribución a la sostenibilidad.
Fibras renovables y origen responsable
Arrosi prioriza el uso de fibras virgen procedentes de bosques gestionados de forma responsable, certificados por entidades como FSC® (Forest Stewardship Council). Esto garantiza que el papel crepé proviene de fuentes sostenibles, sin comprometer la biodiversidad ni los derechos de las comunidades locales, promoviendo así la sostenibilidad forestal.
Producción eficiente y bajo consumo de energía
La fabricación de papel crepé se ha optimizado con tecnologías de bajo consumo, que permiten reducir la huella de carbono. Arrosi apuesta por procesos industriales que minimizan el uso de agua, mejoran el aprovechamiento de las materias primas y reducen las emisiones a la atmósfera, contribuyendo activamente a la sostenibilidad del sector.
Reciclabilidad del papel crepé
Una de las propiedades más relevantes del papel crepé en términos de sostenibilidad es su reciclabilidad. Al tratarse de un producto basado en papel, puede integrarse fácilmente en los circuitos de reciclado convencionales.
Facilita la economía circular
Gracias a su estructura y composición libre de plásticos o aditivos tóxicos, el papel crepé es ideal para estrategias de economía circular. Puede ser recuperado, reprocesado y transformado en nuevos productos de papel, prolongando su ciclo de vida y evitando su destino en vertederos, un paso clave para la sostenibilidad.
Consideraciones en el uso industrial
En aplicaciones industriales, es importante evitar la contaminación del papel crepé con materiales como adhesivos sintéticos o aceites, ya que pueden afectar su reciclabilidad. Arrosi asesora a sus clientes para implementar soluciones que mantengan la integridad del material y maximicen su reutilización, reforzando así la sostenibilidad operativa.
Gestión responsable de recortes y sobrantes
En Arrosi, los sobrantes generados durante el proceso de corte de bobinas de papel crepé también se gestionan bajo criterios de sostenibilidad. Los recortes se almacenan, se prensan y se agrupan de forma controlada para su posterior recogida en el contenedor de Bidasoa Ecogestión (ecogestion.es). Esta colaboración garantiza que todos los residuos de papel se reciclen adecuadamente y se reintroduzcan en la cadena de valor como materia prima secundaria.
Biodegradabilidad del papel crepé
El papel crepé es completamente biodegradable, una característica que lo diferencia claramente de otros materiales de embalaje como los plásticos flexibles o los films de burbujas.
Tiempo de degradación y condiciones
En condiciones naturales (humedad, presencia de microorganismos y oxígeno), el papel crepé se descompone en pocas semanas sin dejar residuos tóxicos. Este proceso puede acelerarse en entornos de compostaje industrial o incluso doméstico, siempre que no contenga contaminantes, lo que lo convierte en un aliado de la sostenibilidad ambiental.
Seguridad ambiental
Durante su degradación, el papel crepé no libera sustancias peligrosas ni altera la composición del suelo. Esto lo convierte en una solución viable para sectores que requieren embalaje temporal y ecológico, como la agroindustria, la logística o el e-commerce responsable, todos ellos comprometidos con la sostenibilidad.
Compromiso ambiental de Arrosi
Arrosi no solo ofrece soluciones basadas en papel crepé, sino que lo hace bajo una estrategia de sostenibilidad integral. Desde el diseño del producto hasta su distribución, cada etapa se planifica con criterios medioambientales.
Diseño ecológico del producto
La gama de papel crepé de Arrosi se ha desarrollado teniendo en cuenta el ciclo de vida del material. Se promueve el uso de gramajes y anchos que reduzcan el desperdicio, y se evitan tratamientos químicos innecesarios. Además, se fomenta el uso de colores naturales (marrón o blanco sin blanqueadores ópticos) para facilitar el reciclaje posterior y asegurar la sostenibilidad del producto.
Logística sostenible y proximidad
La empresa prioriza alianzas con proveedores locales y europeos, reduciendo las emisiones por transporte. Además, se optimizan los sistemas de embalaje y almacenamiento para minimizar el uso de plástico secundario y mejorar la eficiencia logística, como parte de su estrategia de sostenibilidad corporativa.
Transparencia y mejora continua
El compromiso ambiental de Arrosi se fundamenta en la transparencia. Se publican datos sobre consumo de recursos, huella de carbono y planes de mejora. Esto no solo genera confianza, sino que permite una evolución constante en la sostenibilidad del papel crepé que se ofrece al mercado.
Aplicaciones sostenibles del papel crepé
El uso del papel crepé como alternativa sostenible se refleja en diversas industrias que buscan soluciones respetuosas con el medio ambiente.
Embalaje de productos delicados
Su elasticidad y capacidad de amortiguación lo hacen perfecto para envolver piezas frágiles sin necesidad de plástico. Empresas del sector cerámico, vidrio, electrónica o automoción utilizan papel crepé de Arrosi como protección primaria, alineando sus operaciones con la sostenibilidad.
Aislamiento temporal y cobertura
En procesos industriales o durante el transporte, el papel crepé actúa como una barrera ligera, transpirante y biodegradable. A diferencia de plásticos retráctiles o espumas, puede desecharse con menor impacto y, en muchos casos, sin necesidad de tratamiento especial, lo que refuerza su perfil de sostenibilidad.
Sustituto del film en embalajes
Cada vez más empresas sustituyen film estirable por soluciones como bandas de papel crepé o refuerzos troquelados. Esta transición reduce la generación de residuos no reciclables y mejora la imagen ambiental de las marcas, respondiendo a las exigencias actuales de sostenibilidad.
Conclusión: papel crepé y futuro sostenible
El papel crepé no solo cumple con los requisitos técnicos del embalaje industrial, sino que también responde a una creciente demanda de soluciones sostenibles. Su origen renovable, su alta reciclabilidad, su biodegradabilidad y el enfoque ambiental de empresas como Arrosi lo posicionan como un material clave para el futuro del embalaje responsable.